19 abr 2007

SUPERNATURAL

John Cassavetes solía dictar sus guiones. Sus diálogos capturaban las cadencias del habla de la gente común, lo que inspiraba en sus actores un formidable naturalismo. Una vez le pregunté a Peter Falk si sus películas eran realmente improvisadas. Me contestó: “Decime qué hijo de puta podría improvisar diálogos tan buenos”. Si el mito de la improvisación sigue persiguiendo a John, es sólo por la forma engañosamente azarosa en que parecen estar construidos sus films. Más que construidos, en realidad, parecen crecer a partir de una inspiración flotante y cotidiana.
John era realmente genial para lo que podríamos llamar los “estudios del natural”.
Torrentes de amor es una película que significa mucho para mí. En 1980 asesinaron a mi prometida Dorothy Stratten, y John fue uno de los pocos que me llamaron para darme el pésame. Pero eso no fue lo único que hizo. Yo le había dicho que ya no quería hacer películas, y durante un par de años casi no salí de casa. Un día John me llamó por teléfono: necesitaba que fuera al set urgente. “Mañana filmo en casa y quiero que dirijas una escena en la que actúo yo”. Le respondí que no podía hacerlo. “¿Me estás diciendo que no me vas a hacer ese favor?” “No me necesitás”, le dije. “Es muy importante; la escena es complicada y necesito tu ayuda, en serio”. Así que fui y recuerdo que no le di ninguna indicación y filmamos un par de planos junto a una puerta. Eso fue todo. John me dio las gracias. Ésa fue la primera vez que estuve detrás de una cámara desde la muerte de Dorothy. Y me di cuenta de que John lo había hecho sólo para sacarme de casa y ponerme otra vez en movimiento. Fue tan generoso. Al final de los títulos de cierre me incluía en los agradecimientos. El agradecido era yo. Lo llamé para decírselo y me dijo: “¿Qué estás diciendo? Traté de que figuraras como codirector en los títulos de apertura, pero los del sindicato no me lo permitieron”.
Así era John.

(Testimonio de Peter Bogdanovich extraído del libro Lifeworks, de Tom Charity)

John Nicholas Cassavetes (1929-1989) era un actor,guionista y director de cine. Se lo considera un pionero del cine independiente norteamericano.
Cassavetes se casó con la actriz Genna Rowland.Hacia 1956, comenzó a enseñar el “método” en talleres en Nueva York. Un ejercicio de improvisación le dio la idea para lanzarse a su primer largometraje, Shadows (1959). Cassavetes obtuvo los fondos de familia y amigos; así como del programa de radio “Night People”.
Fue incapáz de conseguir que ninguna distribuidora americana lanzase Shadows, así que probó fortuna en Europa, donde consiguió el premio de la crítica en el Festival de Venecia. Los distribuidores europeos llevaron posteriormente la película a Estados Unidos como si se tratara de una importación.
A pesar de que su distribución en América no fue muy amplia, consiguió llamar la atención de los estudios de Hollywood. Cassavettes dirigió dos largometrajes en Hollywood a comienzos de los años 60: Too Late Blues y A Child is Waiting

Mientras tanto, su carrera como actor continuaba de forma exitosa: The Dirty Dozen(1967), por la que fue nominado al Oscar al Mejor Actor de Reparto; y en Rosemary's Baby(1968) de Roman Polanski.Otras películas: The Killers de Don Siegel y The Fury(1978).

En los años 70, realiza sus tres grandes obras maestras: A Woman Under the Influence (1974), The Killing of a Chinese Bookie (1976) y Opening Night (1977). Todas ellas fueron producidas independientemente.
Rowlands fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por su trabajo en A Woman Under the Influence; al mismo tiempo que Cassavetes era nominado al Mejor Director.

Posteriormente, en la década de los 80, llegaron Gloria(1980), Love Streams (1984) y, la que sería su última película, Big Trouble(1986).
El papel de la improvisación en las películas de Cassavetes generalmente es malinterpretado. Sus filmes – con excepción de la primera versión de Shadows – tenían un sólido guión. Cassavetes permitía, sin embargo, llevar sus propias interpretaciones de los caracteres a la escena. La escena en general estaba escrita pero la actuación no. Cassavetes también era receptivo a la hora de tomar una nueva dirección si era sugerido por el actor.
Murió de cirrosis hepática en 1989 con 59 años. Con Rowlands tuvieron tres hijos. Su hijo, Nick Cassavetes continuó con sus pasos como actor (Face/Off) y director (John Q)

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